Gabriela Montiel, 23 años de edad, estudiante.

Antes de la cuarentena, todos los días podía salir de mi casa a comprar comida, o a acompañar a mi mamá en sus labores diarias, pero ahora salimos de nuestra casa sólo una vez a la semana para comprar las cosas que nos hacen falta, y además, hay que sumarle que los lugares en donde compramos comida deben estar cerca de nuestra casa para ahorrar gasolina.

Anteriormente mis abuelos venían a mi casa todas las tardes, tomábamos café, jugábamos cartas, y bueno, así ellos se sentían acompañados, pero debido a su edad, hemos preferido mantenernos completamente alejados de ellos para no contagiarlos. Mis abuelos viven solos y tienen 89 y 82 años de edad. La única persona que tiene contacto con ellos es mi tía, que es quien les compra la comida, la desinfecta y la deja en casa de mis abuelos, incluso, si nosotros les compramos algo, debemos dejarlo primero en casa de mi tía, luego ella lo desinfecta y se lo lleva a mis abuelos.

Tampoco he podido ver a mi novio porque él viajó con su familia a los Estados Unidos antes de que se estableciera la cuarentena, y tenía que regresar a Venezuela el 20 de marzo, pero tuvo que quedarse allá. Ellos subsisten por una empresa familiar que tienen en Maracaibo, y se sienten muy preocupados porque no están aquí para supervisar que todo esté trabajando correctamente. Gran parte del trabajo de esta empresa radica en distribuir hielo a licorerías, pero hoy en día, las licorerías están cerradas, así que podrán ustedes mismos sacar sus propias conclusiones.

A las personas que me leen quisiera decirles que intenten mantener su mente ocupada, tómense unos minutos del día para ustedes mismos y retomen algún pasatiempo que han dejado atrás, o busquen algo nuevo que hacer. Yo particularmente he aprovechado mi tiempo libre para compartir con mis vecinos, mi familia, hacer ejercicio, entre otras cosas. Extraño mucho a mi familia, a mis amigos y a mi novio, pero no está en mis manos cambiar esta situación, así que tengo que buscar la mejor manera de sobrellevarla.

Fotografía por: Ivanna Mia Márquez